
Revista Científica Ciencia y Método | Vol.03 | Núm.03 | Jul – Sep | 2025 | www.revistacym.com pág. 209
reciente, Alotaibi et al. (2024) identificaron que Google Scholar, a pesar de ser una
herramienta menos rigurosa en cuanto a ámbito académico institucional, es
ampliamente preferida por los estudiantes universitarios debido a su interfaz amigable,
rapidez en la entrega de resultados y familiaridad generalizada. La lógica de búsqueda
en plataformas como esta se ajusta mejor al comportamiento digital contemporáneo,
donde se prioriza la inmediatez y la experiencia intuitiva sobre la formalidad o
estructura académica. Esta situación genera una brecha entre la funcionalidad
objetiva que puede ofrecer una biblioteca universitaria (acceso a documentos
científicos, bases de datos con licencias, repositorios exclusivos) y la funcionalidad
percibida por el usuario promedio. Aunque la biblioteca virtual de la Universidad
Técnica Estatal de Quevedo disponga de valiosos recursos científicos, si el estudiante
percibe que el proceso de acceso es lento, complejo o poco atractivo, tenderá a evitar
su uso, optando por medios alternativos que se ajusten más a su lógica de consumo
digital.
Las transformaciones tecnológicas en los entornos académicos han modificado de
forma radical los hábitos de búsqueda y las prácticas de estudio en el nivel
universitario. La integración de dispositivos móviles, el uso de plataformas educativas
asincrónicas y la propagación de contenidos digitales han generado una nueva cultura
informacional centrada en el acceso inmediato, la disponibilidad constante y la
autonomía en la selección de fuentes. Caperida (2024) destaca que esta tendencia se
observa con claridad en la preferencia por libros digitales frente a los físicos, motivada
por la capacidad de acceder desde cualquier lugar, realizar búsquedas internas
rápidas y almacenar bibliografía completa en un solo dispositivo. Esta cultura digital,
centrada en la eficiencia y el aprovechamiento del tiempo, condiciona la forma en que
los estudiantes valoran las herramientas disponibles. Las bibliotecas institucionales,
si no están adaptadas a este entorno, corren el riesgo de ser vistas como plataformas
“pesadas”, “poco prácticas” o “anticuadas”, incluso si contienen materiales de alta
calidad. En el caso de la Universidad Técnica Estatal de Quevedo, esta lógica puede
explicar por qué, a pesar de que la biblioteca virtual es conocida y cuenta con recursos
técnicos aceptables, los estudiantes deciden utilizar otros medios que consideran más
ágiles para sus necesidades cotidianas.
La percepción sobre la usabilidad y utilidad de las bibliotecas digitales universitarias
constituye un componente clave para entender su baja adopción, más allá del acceso.
Matusiak (2012) sostiene que la experiencia de usuario es un determinante crítico: si
una plataforma no ofrece una navegación fluida, resultados relevantes fácilmente
accesibles y compatibilidad con los patrones de búsqueda del usuario, genera rechazo
o desinterés, incluso si cuenta con contenido de alta calidad. En este sentido, las
bibliotecas digitales no solo deben cumplir con criterios técnicos, sino también con
criterios de percepción. En la práctica, muchos estudiantes comparan sus
experiencias entre plataformas externas donde pueden realizar búsquedas con
términos amplios y obtener resultados inmediatos y bibliotecas institucionales donde
se requiere ingresar con credenciales, delimitar campos, filtrar por categorías y